Recuperación de Alma

Tomamos actitudes como «No confiaré más en los hombres», o «de aquí en adelante me las arreglo sola», o «no me merezco esta vida».  Todas estos pensamientos nos llevan a sentir y vivir nuestra vida determinados por ellos.  Anulando lo que nuestro verdadero ser realmente quiere y necesita.  Y finalmente cuando no lo obtenemos es que perdemos el sentido de vida, aparece la depresión y un vacío interno del cual no sabemos cómo hacernos cargo.

Las experiencias que vivimos cuando somos niños, también aparecen en estas sesiones como heridas que determinan a lo largo de la vida: «lo que me dijo mi papá desde pequeño», «lo que me dijeron en el colegio», «el accidente en auto», «la muerte de un ser querido».

Todas esas sensaciones y pensamientos surgen de situaciones traumáticas  y dolorosas y generan la fragmentación del alma.  Una parte del alma se fragmenta y se resguarda en otra dimensión.  En una sesión rescatamos el pedazo de alma y creamos un nuevo mandato, recuperando la energía perdida al momento de surgir el trauma. La persona se siente completa, integra y más plena.

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