La Conexión con Nuestra Alma: Acogiendo el Ego y la Sombra

Cuando nacemos venimos al mundo, perfectos, sanos, sin heridas, somos luz y amor.  Los bebes vienen con esa alegría e inocencia de que todo está bien, que nada malo va a pasar.  Son cuidados por la madre en todas sus necesidades y cuidados.

Con el tiempo en la interacción con su familia y con otros vamos aprendiendo de otros que ya están heridos, o bien aprendemos sobre sus juicios y evaluaciones de como es el mundo, y las experiencias que tenemos.  Por ejemplo, cuando niños o adolescentes, un niño puede aprender que para ser querido o pertenecer a un grupo deberá hacer  lo que otros hacen, y desarrolla la creencia de que si hace lo que otros quieren podrá sentirse querido durante toda su vida, y así vivirá complaciendo a otros, vaciando su alma hacia afuera para ser querido.  Esta es una de las creencias más comunes y desarrolladas en la mayoría de nosotros.  Anula nuestra esencia, oprime nuestra alma, y comienza el desarrollo de una nueva identidad y una nueva historia que nos contamos. Es así como vamos desarrollando un espacio que llamamos la sombra de nuestra alma.  Allí están nuestros miedos, dolores, experiencias pasadas.  La llamamos sombra, porque no nos permitimos mostrarla, queremos esconderla para proteger nuestra esencia, para que no nos hieran.  Es nuestra vulnerabilidad, y parte de lo que nos constituye como seres.  Una vez que hacemos consciente, miramos, y aceptamos esas sombras podemos hacerla parte de nuestra esencia e integrarla a nuestra vida.

A medida que vamos aprendiendo a proteger la sombra vamos creando una máscara para el contacto con el mundo.  Esta mascara la llamamos Ego. 

Cuando protegemos nuestra vulnerabilidad de nuestras creencias profundas que nos acompañan desde la sombra.  Ej.  Cuando un niño crece escuchando que hace las cosas mal, o que no sabe nada.  El ego desarrolla una identidad para sentirse superior a otros, para demostrar lo contrario al mundo y no ser herido.  Así es como estudia, y se compara permanentemente con otros, buscando comprobarle al mundo que sabe y que hace todo bien.

Nuestra sombra y nuestro ego, están llenos de historias que nos contamos. A partir de nuestras experiencias y relaciones vamos creando nuestras propias historias de cómo somos y cómo son las cosas.  Esta es la historia de nuestro ego y detrás de ella esta nuestra sombra.  Una vez que la miramos, la escuchamos, la integramos y la abrazamos, podemos sentir la conexión con lo que somos.

COMPÁRTELO EN TUS REDES